En el caso de que seas un aficionado a la fotografía, seguramente hiciste ciertos retratos, pero como viste, sacar una aceptable fotografía no en todos los casos es simple. El día de hoy te vamos a hablar de entre las reglas más habituales para cualquier fotógrafo: La Ley de los Ojos.
- ¿Qué? Hablamos de dejar espacio entre la modelo y la dirección donde mira en la fotografía. Si, por poner un ejemplo, tu mirada está en el lado izquierdo, el modelo se enmarcará en el lado derecho, dejando espacio en todo el lado izquierdo. Así hay mucho más independencia hacia la parte frontal del sujeto que hacia la parte posterior.
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Fragmento de Phototip Domina las reglas de movimiento y tamaño
La ley de la mirada se encuentra dentro de las primordiales reglas de la composición fotográfica y radica sencillamente en ver la dirección donde mira el modelo de nuestro retrato. Esto es, en otras expresiones, que debemos dejar mucho más espacio enfrente del sujeto que detrás en el momento de crear un retrato, por anchísimo o ajustado que sea el encuadre general o el resto de elementos que acompañan a nuestra imagen. contenida en la imagen.
¿Qué afirma la ley de la mirada?
La ley de sai nos comunica que el personaje principal de nuestra fotografía debe tener mucho más espacio hacia la una parte de la fotografía que dirige su mirada. En esta fotografía de perfil, la dirección de la mirada es clara. Entonces, en otras ocasiones donde la composición es diferente, entra en juego nuestra imaginación como fotógrafos. Esta ley asimismo es aplicable a las otras peculiaridades primordiales de nuestra fotografía, ver un animal o cualquier otra cosa que logre tener una dirección para la que precisa respirar mucho más. Respirar es por el hecho de que disponemos oxígeno, ciertos fotógrafos lo llaman oxígeno espacial, cuanto mucho más hay, mucho más oxígeno disponemos.
En este momento pongamos el sentido inverso de la ley de la mirada y hagámoslo del revés, vas a ver que asimismo marcha. Es como crear esta fotografía basado en la ley de la mirada y también invertir el oxígeno, o como yo lo llamo, invertir la línea de tiempo.